Según la Comisión Nacional del Agua, la industria vierte al agua una carga de contaminación orgánica equivalente a la que generan 300 millones de personas – eso es 2.5 veces la población nacional.
Los niveles de inspección también son muy bajos. La CONAGUA tardaría 67 años para inspeccionar a la totalidad de usuarios con un permiso o concesión.