Olor a huevo podrido; el gas que rebasa 3 mil veces el límite máximo.

Olor a huevo podrido; el gas que rebasa 3 mil veces el límite máximo.

Guadalajara, Jalisco.

Quienes viven en Juanacatlán lo identifican y describen su olor como huevo podrido. Al principio es insoportable pero con el paso de los minutos deja de sentirse, no porque se haya ido sino porque paraliza al nervio olfativo. Es el ácido sulfhídrico (S2H) que está presente en el río Santiago, un gas tóxico que se produce por la descomposición de la materia orgánica y tiene múltiples implicaciones para la salud.

En la cascada de Juanacatlán el ácido sulfhídrico registra su peor concentración: 3 mil veces por encima de lo que establece la legislación vigente, la Ley Federal de Derechos. Además, la caída del agua fomenta que se disperse en la atmósfera y alcance a más personas con ese hedor característico.

Dicho resultado se encuentra en las conclusiones del Registro Único de Descargas al Río Santiago del Gobierno de Jalisco y se obtuvo a partir de un muestreo en 19 puntos del cauce, donde se analizaron 153 parámetros de calidad del agua entre los que figuran microbiológicos, metales pesados y compuestos orgánicos tóxicos.